Hace pocos días se difundió
la noticia a nivel nacional sobre la presentación de un proyecto de ley para
implementar la pena de muerte cosa que al mismo tiempo algunos funcionarios del
gobierno salieron a desmentir.
La cuestión es mucho más
cruda, este es el país que paradójicamente se jacta de ser el más feliz del
mundo, mientras en la práctica se
muestra otra cosa diferente.
Los niños mueren por
desnutrición en algunas regiones mientras los políticos corruptos arman “carteles” para manejar,
desviar sus recursos y hasta jugar con la bienestarina. Otros mueren en los
hospitales esperando atención, los que acceden a algo mueren en el llamado “paseo de la muerte”
buscando atención especializada, otros se sostienen a punta de tutela, en fin
el sistema de salud tal parece que se consolida cada vez mas como maquina de la
muerte, lo que en alguna oportunidad llame “genocidio pasivo” para indicar que
asesina más gente que el conflicto armado.
Hace pocos días muchos
colombianos pedían la implementación de la “pena de muerte” para asesinos como
en el caso de Caquetá, o el de Garavito, y otros iguales de terribles, pero mi
pregunta: ¿es necesaria más muerte? -
¿Acaso no es menos asesino el que la pide que el que la practica?
Primero tendríamos que pasar por el análisis de la corrupción y
su cadena de “desastres” ya que desde este punto también es generadora de muertes, pues casi siempre los corruptos
manejan su grupo de sicarios, todo para poder consolidar su tarea de quedarse
con los recursos públicos. Si es así sería necesaria también la pena de muerte
para los corruptos.
Estos se quedan con sus
impuestos, hacen obras de mala calidad, y todos al final terminamos de
cómplices cada vez que los elegimos.
¡El país está enfermo! No es
lógico que mientras muchos colombianos hacen el ejercicio de sacarlo adelante
otros busquen legitimar la “muerte” y me hace recordar la caricatura vista hace unos días donde se le preguntaba a un
campesino ¿Qué opina de la pena de muerte? Por lo que responde “que la quiten” ¡más precisa para donde! En un país donde la
cultura de la muerte está en todas partes, no es necesaria una legitimación. No
existe el Estado perfecto, este es una utopía pero entregarle más males al país
no es justo, bastante tenemos con lo que hemos visto.
Solo para recordarle, Jóvenes
en una guerra de 50 años, indígenas víctimas de este, sistema de salud
precario, niños fallecidos por desnutrición….
Lo extraño radicaría en que se manejara la cultura de la vida, de
la paz, por ese “gen” de la violencia intrínseca estamos como estamos, ojala el
país en vez de preocuparse por la pena de muerte se vaya preocupando por las
elecciones que vienen, porque así como existen políticos buenos también hay existen
unos muy malos.
¡Pregúntele a un Senador!
¿Qué opina de la pena de muerte para los corruptos? A ver que le responde, por
lo pronto dejamos claro que esto solo cambiara desde que nosotros
cambiemos, se aproxima un acuerdo de
paz, en el se viene trabajando y tampoco es lógico que existan más enemigos que
amigos, ¿Por qué negarle a Colombia y a los jóvenes reconciliarse con la vida?
Sin “pena” para robar y con
pena de muerte como les describí ¿para que más?
¡Hasta la próxima!
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