No me ofenda

                                                         No me ofenda

Así me dijo un amigo que aspiraba al Concejo municipal de una ciudad del país, el hombre quedo tan aburrido que prefirió retirarse del “premio mayor” así le llamo al negocio que vio dentro del “honorable” recinto y que desde que piso para conocer con anterioridad ya “olía” a cloaca.

La oferta sonaba “tentadora” según los más viejos en las lides de la politiquería, les gustaba el “serrucho” pero no la canción sino el parapeto que usaban para sacarle jugo a las modificaciones que iban a presentar al alcalde, de tal manera que la “bandola” necesitaba una persona que conociera y tuviera olfato de los negocios que se avistaban.

El hombre en mención gozaba de buena fama, era pulcro, prudente, serio y HONESTO en su pueblo, pero quería servir y hacer un control político ya que las cosas no pintaban bien. Las funciones de Concejal solo permitían reconocimientos, medallas y exaltaciones además los jugosos temas los manejaría una coalición que sería de los afectos  del áulico primer mandatario. Así las cosas no iban con sus principios y valores dados por su mama y la crianza en un hogar de pueblo olvidado, nadando en el estiércol que recorrían sus calles polvorientas y agrietadas, tristemente vio como algunas de las personas que habían pasado por esa labor habían llenado sus cuentas bancarias de manera vertiginosa y acelerada, con ojos y oídos sordos de las instituciones inquisidoras que solo sirven para casos como los de Petro y Piedad y que en estos pueblos son manejados a través de amigos con PODER para tapar los entuertos o torcidos.

La situación se complico cuando supo que había que buscar un dinero para “armar” una campaña, pues la gente por sí sola no daba el favor o ayuda, imposible para el que solo contaba con un pequeño patrimonio sudado por sus viejos en una finca de un nuevo terrateniente que tiempo antes había hecho con un negocio con  “la blanca” y que hoy se paseaba con camioneta y botellas de whisky en su interior.

La sorpresa fue mayor cuando conoció los nombres de quienes iban a ser sus contrincantes, personas amigas de contratistas, comerciantes, uno que otro conocido en el pueblo sin estudio pero hábil para “tramoyar” en lo que cayera. En el grupo había uno que otro con buenas ideas pero infortunadamente sonaba a “izquierda” cosa que en ese pueblo  no calaba ya que era godo y ultraderechista a pesar de ser un pueblito “pobre” sin las necesidades sociales superadas, y solo atinaban a escuchar lo que el “parlanchin” de la radio hablaba mientras recibía su cariñito en época de elecciones.

Faltaba la bendición del cura y el gamonal quienes se encargaban de alinear  a los “creyentes” hablando de las bondades de quienes habrían de venir, el primero le solicito arreglos para una capilla, y el otro el apoyo para las elecciones que venían, el acostumbrado aplauso y compañía en la inauguración de las posibles obras que gestionaría, lógico! Con su CVY por delante pues tenía que sacar los gastos generados por la contienda anterior.

Al final viendo cerca la campaña y claro las elecciones hizo cuentas y la cosa se subió como la cerveza, y pensó que era casi que imposible cambiar de parecer hasta los lustrabotas que adoraban a Uribe y a todo le DECIAN SI.

Cuando el hombre despertó, la situación estaba más que llevada, el pueblo continuaba en las mismas y los personajes preparaban otro discurso cual rábula experto en el tema.

Cuando le pregunte, ¿TE VAS A LANZAR? me respondió como ofendido, ¡ni de vainas! Mi mama es santa y nadie tiene que decir nada de ella, fue de un solo marido, y no quiero que este en boca de la gente cuando me digan hijue**** ….sin vacilar le di una apretón de manos, lo felicite y monte al bus que traía a la realidad.

Parece una historia digna del realismo mágico de cualquier pueblo colombiano, pero se asemeja a muchos sucesos que ocurren en la actualidad, comprendo la actitud de mi amigo, que prefirió vivir tranquilamente en la región, sin la necesidad de usufructuar desde lo público para el bienestar personal, ojala mi querido amigo sus ideas lo lleven al sitio que debe ser, sin dejar sus principios en la caneca de la basura y su dignidad en poder del chisme.

Desde ya debemos hacer pedagogía en materia de elecciones, pues comienzan las cuentas alegres de muchos pre candidatos con objetivos no muy “santos”, tanto que los avales tocara en ultimas entregarlos por sorteo de lotería, como dice la canción del Gran Combo, No hay cama pa`tanta gente.

Adenda: la Academia dejo de ser la fuente del saber para convertirse en fuente de votos, hemos pasado de la razón a la sazón de los sancochos costeños, hecho preocupante cuando sabemos que la masa inquieta e intelectual esta en  las universidades públicas, con lo que creo que Jaime Garzón debe estar revolcándose en su tumba, el panorama local se asemeja en su dimensión al local y nacional sin notables cambios en su estructura lo que debe llevar a replantear muchas cosas, de no existir un revolcón y un desligue de lo tradicional como dijo un amigo “apague y vámonos”