domingo, 19 de abril de 2015

En surcos de dolores




“Hacer la guerra con los hijos ajenos es muy fácil”, dijo en campaña el Presidente Santos, incrementarla a través de un computador también es fácil. El asunto es que lo que el gobierno busca desde hace dos años es la terminación de un conflicto de más de 50, un conflicto que ha desangrado al país y nos ha dejado la cifra de 8 millones de víctimas para ello se ha reunido en Cuba con el ánimo de  adelantar una agenda de la cual faltan dos puntos, en un terreno donde nunca antes se había logrado tanto.
Ocaña por ejemplo soporta unas 19.000 víctimas de desplazamiento y si no me cree vaya a los barrios marginados y escuche las historias, Ocaña la ciudad solidaria ha acogido a miles de personas que huyen de una guerra ajena, sufren además del abandono estatal y otros apenas se enteran  que existen mecanismos para hacer valer sus derechos.
El gobierno ha decidido continuar con las operaciones ofensivas porque la “tregua” es unilateral, es decir la guerrilla ha permitido que se le persiga pero también ha hecho la salvedad que podrá defenderse, en un juego en que las decisiones “tímidas” se han venido tomando con el afán y  la presión de los medios nacionales que en ultimas han incidido en que no lleguemos a una tregua que comprometa a los dos.

El peligro radica en el afán amarillista de los medios y en el desespero político de una ultraderecha que “come del muerto” en búsqueda de mover al país de “emociones”, para lograr avivar el espíritu guerrerista de los colombianos, que al final pone la cuota de sangre, porque los hijos de los políticos y gobernantes no van al combate. Este país no ha entendido que detrás de la guerra se hace un gran negocio, es por eso que vemos a Senadores ayer ex presidentes, y hablo de Uribe en sepelios de colombianos comunes a quienes llamamos soldados. Catalogado mas como un acto de “sin escrúpulos” y cinismo del que ya estamos acostumbrados cuando sabemos que en sus dos periodos se realizaron más de 5000 ejecuciones extrajudiciales (cifra de hoy), una palabra “bonita “para llamar los falsos positivos y en donde en su periodo de seguridad democrática ni con el 18% del presupuesto logro acabar con la guerrilla.
El problema de Colombia es que le pusieron nombre de políticos a la guerra y a la Paz, y a nosotros nos pusieron bajo las emociones de los noticieros y bajo los expertos informáticos al servicio de los grupos políticos lanzando improperios y hasta “madrazos” por el simple hecho de analizar desde un punto neutral lo que sucede.
El problema también es de la memoria de “gallina” que tenemos.
Entre 2002 a 2010 morían en promedio 13 soldados por semana por 8 años ¡hágame el favor!.

Pregunto ¿acaso Uribe fue al sepelio de las víctimas de la masacre de El Aro?
¿Fue al de las de El Salado? ¿Siquiera lamento los hechos públicamente? No! Como tampoco se pronuncio sobre los falsos positivos que nos enmarcaron hasta en el derecho internacional y nos hicieron quedar en vergüenza y en los cuales cayó hasta un ex alcalde me imagino que en su buena fe para decir que eso no ocurría en las fuerzas militares y dejando lo grave del asunto a expresar que los cuerpos habían reposado en un cementerio legal pero lejano del casco urbano.
Mientras exista el afán de la campaña, vendrán más pantallazos con campesinos, soldados, deportistas, y todo lo que mueva el adolorido corazón de los colombianos mientras ellos hacen su fiesta de contratos, negocios, y piensan en qué forma se van a repartir las alcaldías y los puestos burocráticos pero eso sí, con la ayuda de los de abajo quienes son los que como “zombis” van el día de elecciones a asegurarles el puesto. ¡Increíble!
El mismo dolor que expresaron más de uno de ustedes con el caso del Cauca debieron haberlo expresado con los niños Wayuu que han muerto y seguirán muriendo por falta de agua, lo mismo con  los indígenas del Cauca “presos” en una guerra que no les pertenece y de la cual también son víctimas, pero como no son soldados…
Para recordar nada mas, durante los dos primeros años del cese al fuego con los paramilitares se cometieron más de 40 masacres, más de 2500 asesinatos y desapariciones pero nadie se paró de la mesa ¿Por qué?

Debemos dejar eso de que “es mejor morir en combate que en una falsa Paz”, es mejor no morir leyendo un libro y estudiando, “apoyar el proceso de Paz no es apoyar la guerrilla es querer que se acaben las putas FARC” “el dolor y respeto por los muertos van de la mano, por eso los familiares nunca son quienes publican fotos de los cadáveres”, la justicia social es muy cara por eso el Estado prefiere dar plomo, o pretenden seguir con esta barbarie que Uribe no pudo acabar en 8 años, por lo pronto creo que si usted sigue pensando de la misma manera en que lo hizo la semana anterior, a usted lo esperan unas botas y un fusil para poder encarar lo que es fácil de criticar desde un computador, prepare sus hijos y apréndase el Himno Nacional, “el comando más cercano lo espera” amigos, Colombia en surcos de dolores y el bien no germina nunca….hasta la próxima

Adenda: La banalidad en la que se desarrolla la Academia en la “Pacho”, es proporcional a la disputa por una integración, la que tiene más importancia que los mismos problemas que padece la Alma Mater.
Aclaro no soy de izquierda ni de derecha, soy más que un digestor de ideas, esto lo hago porque es común que se le señale como simpatizante de uno o de otro, pero pregunto ¿de qué sirve pertenecer a los grupos que en poco o nada le han aportado al país? ¿En cuál institución podemos creer? ¿Usted define la calidad de su candidato conforme a su bienestar o conveniencia?

No hay comentarios:

Publicar un comentario