La Constitución de 1991 consagró en Colombia la libertad de culto
o libertad religiosa, que es el derecho de cada ciudadano a elegir libremente
su religión, de no elegir ninguna, o de la de negar la existencia de Dios, y a
ejercer dicha creencia públicamente, sin ser víctima de opresión o
discriminación.
Este
principio constitucional está basado en las normas del derecho internacional,
que lo reconoce en varios documentos, entre ellos la Declaración Universal de
los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El
Estado laico es la declaración, derecho o la proclamación constitucional de la
separación del Estado y la Iglesia, que en nuestro caso es la Iglesia Católica,
que anteriormente estaban unidos a través del Concordato con la Santa Sede, que
establecía el catolicismo como la religión oficial de nuestro país, y que
cambio por fortuna abriendo el abanico de creencias, en lo que comúnmente
conocemos como libertad de cultos.
En la
historia podemos recordar como los Papas gobernaron al lado de la Monarquía, y
conocimos que las decisiones se tomaban acordando el uno con el otro,
convirtiéndose en un poder en la sombra. A través de las cruzadas se afianzo la
fe acompañada de sangre en una expansión por Europa, crímenes que la Iglesia ha
reconocido y que muestran lo delicado del asunto, nada diferente de lo sucedido
en el "descubrimiento de América" donde igualmente se impuso la fe
Católica a los Indígenas que ya tenían su propia Cosmovisión pues ya
consideraban sus propios dioses, (Luna,Sol) y de lo que se considera una
de las primeras intromisiones. Los señores feudales dejaban en testamento sus
tierras para de esta manera obtener el perdón de los pecados, una costumbre que
dejo a la iglesia Católica con un gran patrimonio mundial, considerada tan
grande que seria capaz de acabar con la pobreza hasta dos veces.
La
libertad de culto no solo implica la protección del Estado contra la
discriminación religiosa y las persecuciones, sino la prohibición a cualquiera
de los poderes públicos de "promocionar" una religión determinada, a
través de actos administrativos, legislativos o judiciales, como la imposición
de monumentos religiosos en zonas públicas o sedes del Gobierno, y la
institucionalización de fechas conmemorativas o alusivas a temas religiosos,
cosa que en este país se vulnera pues se decretan días cívicos por fiestas
religiosas con el animo de "capar" días de trabajo, mostrar
indulgencias y demostrar que se cumple en forma cabal con los 10 mandamientos
entre ellos "no robar".
Tampoco
son admisibles, a la luz de la libertad de culto los beneficios de facto, como
subsidios y exención de impuestos, para ciertas iglesias, por el hecho de ser
tales, las Iglesias cristianas deben por Ley reportar todo tipo de
transacciones y efectivos para evitar "lavados".
Incluso
la Iglesia Católica adoptó una posición al respecto en la declaración
Dignitatis Humanae, emitida por el Concilio Vaticano II, en 1965, y el retirado
papa Benedicto XVI reafirmó la importancia de la libertad religiosa y las formas
como se restringe, al conmemorarse el 40 aniversario de esa declaración.
En el
caso de la Constitución de Colombia, se estableció una libertad de culto sin
restricciones, al declarar una total separación del Estado y la Iglesia sin
privilegios para un culto en particular, gracias a nuestra "carta" de
Derechos de 1991 (articulo 19 en concordancia con el Art 18) y de la que creo
es una maravilla de los creadores.
Siendo
el nuestro un Estado laico, es decir, independiente de cualquier organización o
confesión religiosa, las autoridades políticas están obligadas a no adherirse
públicamente a ninguna religión determinada y es preciso que ninguna religión
tenga injerencia en el gobierno del país, de los departamentos, distritos o
municipios, ni en los poderes legislativo o judicial, sin embargo en algunos
Colegios de Colombia todavía se vulnera, los medios de Comunicacion se entregan
en forma desmedida y saturan en contradicción de la Constitución, buscando
algún tipo de interés o mostrando agradecimiento.
La falsa
fe se denota en las personas que asisten a este tipo de celebraciones, gran
parte de la historia Política del país ha estado en manos de la Iglesia (doble
moral) pocos han sido los Sacerdotes amigos de lo social, tanto que no se
atreven a rechazar o a denunciar actos de corrupción, "devoción" que
diría yo debe aplicarse a temas como el medio ambiente, sistema de Salud, etc
que bien valdrían la pena tenerse mientras apoyan candidatos a corporaciones
acolitando dudosas actitudes.
De
todas maneras debemos seguir promoviendo esta Libertad, en un mundo cada vez
mas esclavizado en creencias, victima de conflictos profundizados por la fe y
la que a la luz de este siglo XXI sigue produciendo muertes a la espera de
seres intangibles, que nadie ha conocido, es desde el respeto de las diferentes
tendencias desde donde podremos conocer el verdadero DIOS el interno, el
rebelde porque estoy seguro de que cada uno de nosotros hacemos parte de un
chispa divina capaz de hacer transformar y modificar.
Es la
Biblia misma la que respalda la necesidad de esta separación de Iglesia y
Estado, en las palabras de Jesucristo, según Mateo 14:21: “Dad al César lo que
es del César y a Dios lo que es de Dios.
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