De ventiladores el país está lleno
Si realmente los organismos investigadores del Estado funcionaran,
las cárceles estarían más que hacinadas. El país solo conoce una pequeña parte
de la historia, los carteles se atomizaron se esparcieron por las regiones y
convirtieron las pequeñas ciudades en “paraísos fiscales” donde poco o nada se
esculca para conocer la procedencia de patrimonios “evidentes”.
Alguien decía “que falta hace una justicia indígena”
refiriéndose a la celeridad de sus actos, en la efectividad que ha perdido la
ordinaria, y es que el negocio de la droga no solo ha dinamizado y expandido la
economía de Colombia, ciudades como
Ocaña han recibido ese empuje de desarrollo debido a la posición geo- estratégica
con el Catatumbo. En alguna ocasión alguien del exterior me decía “la mejor
coca es la de ustedes” en referencia a la calidad, apuntando además a decir “es
mejor que la de Medellín” al preguntarle ¿Por qué? –su respuesta fue rápida,
“al clima, las condiciones naturales donde se produce” eso definitivamente la
hacen atractiva para los carteles internacionales.
Y pensar que el gobierno todavía piensa en la legalización,
mientras países como Perú, Ecuador dan pasos adelante en la comercialización con
fines medicinales, que es donde realmente debe centrarse los ojos del Estado,
ya la ha dicho el sabio Pepe Mujica “nos hemos enfrascado en una guerra de las
drogas que no ha solucionado nada” yo acotaría que a América Latina lo único
que le ha dejado es violencia y como diaria German Castro en su libro “Nuestra
guerra ajena” estamos pagando caro una guerra donde nosotros ponemos los
muertos, y en donde las multinacionales como las compañías que preparan
mercenarios tienen libre pasaporte para cometer todo tipo de aberraciones sobre
la población, sencillamente porque el gobierno no puede intervenir, cediendo la
soberanía. En algunos apartes de la obra de Castro Caicedo se puede dimensionar
lo grave del asunto, hasta imaginar a un grupo de fumigadores aeronáuticos
desarrollar su trabajo de envenenamiento de aguas, personas y cultivos, solo
siguiendo coordenadas.
En cuanto a dineros de la droga en todos los ámbitos, ya es
cuento viejo en el país, Samper lo desmintió en su momento en el episodio del
“elefante” traído a la memoria hace poco por el hijo de Pablo Escobar, lo han
dicho los antiguos paramilitares en lo que los medios llaman “verdades a
medias” porque todavía no hay hechos claros y están a punto de salir. Senadores,
empresarios, (grandes y pequeños) y casi toda la clase política han tenido su
brisa de los “ventiladores”, el Norte de Santander no ha escapado y se dice por
fuentes serias que es muy posible que el ventilador de la frontera siga salpicando
a “honorables” políticos y empresarios de la frontera, situación que pone en
alerta a las autoridades ante el incremento de la violencia en toda la zona.
Como dato de mas, Alfonso Hilsaca ( le achacan amistad con
la gata) considerado el zar de las empresas de alumbrado y construcciones en
muchas regiones del país, entre esas
Ocaña está en el ojo de la Justicia y la Fiscalía le señala de aportar
mensualmente 100 millones de pesos a la banda criminal los Rastrojos-Costeños,
que delinque en el Atlántico, Bolívar y Sucre entre otros presuntos ilícitos.
Con este panorama los ventiladores de grandes y pequeños
tamaños se van a imponer en los próximos meses después de las vacaciones de fin
de año, y es muy posible que se lleven a más de uno.
ADENDA: Ocaña clama Justicia en el homicidio de “Kika” el
silencio de las autoridades tiene muy molesta a la comunidad, la presión de las
marchas y de los medios de comunicación es necesaria para exigir nuestro
derecho a la vida y a la seguridad. El hecho lamentable ocurrido a un cultor
que solo se dedico su vida a hacer el bien muestra la degradación de la
sociedad.
Aplaudo la idea de llevar el caso a la CIDH para solicitar
JUSTICIA.
Si realmente los organismos investigadores del Estado funcionaran,
las cárceles estarían más que hacinadas. El país solo conoce una pequeña parte
de la historia, los carteles se atomizaron se esparcieron por las regiones y
convirtieron las pequeñas ciudades en “paraísos fiscales” donde poco o nada se
esculca para conocer la procedencia de patrimonios “evidentes”.
Alguien decía “que falta hace una justicia indígena”
refiriéndose a la celeridad de sus actos, en la efectividad que ha perdido la
ordinaria, y es que el negocio de la droga no solo ha dinamizado y expandido la
economía de Colombia, ciudades como
Ocaña han recibido ese empuje de desarrollo debido a la posición geo- estratégica
con el Catatumbo. En alguna ocasión alguien del exterior me decía “la mejor
coca es la de ustedes” en referencia a la calidad, apuntando además a decir “es
mejor que la de Medellín” al preguntarle ¿Por qué? –su respuesta fue rápida,
“al clima, las condiciones naturales donde se produce” eso definitivamente la
hacen atractiva para los carteles internacionales.
Y pensar que el gobierno todavía piensa en la legalización,
mientras países como Perú, Ecuador dan pasos adelante en la comercialización con
fines medicinales, que es donde realmente debe centrarse los ojos del Estado,
ya la ha dicho el sabio Pepe Mujica “nos hemos enfrascado en una guerra de las
drogas que no ha solucionado nada” yo acotaría que a América Latina lo único
que le ha dejado es violencia y como diaria German Castro en su libro “Nuestra
guerra ajena” estamos pagando caro una guerra donde nosotros ponemos los
muertos, y en donde las multinacionales como las compañías que preparan
mercenarios tienen libre pasaporte para cometer todo tipo de aberraciones sobre
la población, sencillamente porque el gobierno no puede intervenir, cediendo la
soberanía. En algunos apartes de la obra de Castro Caicedo se puede dimensionar
lo grave del asunto, hasta imaginar a un grupo de fumigadores aeronáuticos
desarrollar su trabajo de envenenamiento de aguas, personas y cultivos, solo
siguiendo coordenadas.
En cuanto a dineros de la droga en todos los ámbitos, ya es
cuento viejo en el país, Samper lo desmintió en su momento en el episodio del
“elefante” traído a la memoria hace poco por el hijo de Pablo Escobar, lo han
dicho los antiguos paramilitares en lo que los medios llaman “verdades a
medias” porque todavía no hay hechos claros y están a punto de salir. Senadores,
empresarios, (grandes y pequeños) y casi toda la clase política han tenido su
brisa de los “ventiladores”, el Norte de Santander no ha escapado y se dice por
fuentes serias que es muy posible que el ventilador de la frontera siga salpicando
a “honorables” políticos y empresarios de la frontera, situación que pone en
alerta a las autoridades ante el incremento de la violencia en toda la zona.
Como dato de mas, Alfonso Hilsaca ( le achacan amistad con
la gata) considerado el zar de las empresas de alumbrado y construcciones en
muchas regiones del país, entre esas
Ocaña está en el ojo de la Justicia y la Fiscalía le señala de aportar
mensualmente 100 millones de pesos a la banda criminal los Rastrojos-Costeños,
que delinque en el Atlántico, Bolívar y Sucre entre otros presuntos ilícitos.
Con este panorama los ventiladores de grandes y pequeños
tamaños se van a imponer en los próximos meses después de las vacaciones de fin
de año, y es muy posible que se lleven a más de uno.
ADENDA: Ocaña clama Justicia en el homicidio de “Kika” el
silencio de las autoridades tiene muy molesta a la comunidad, la presión de las
marchas y de los medios de comunicación es necesaria para exigir nuestro
derecho a la vida y a la seguridad. El hecho lamentable ocurrido a un cultor
que solo se dedico su vida a hacer el bien muestra la degradación de la
sociedad.
Aplaudo la idea de llevar el caso a la CIDH para solicitar
JUSTICIA.
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